Esther, la directora de recursos humanos de un gran hospital oncológico, había recibido muchas quejas sobre el servicio de su departamento. Aunque era consciente de que últimamente tenían una gran presión y carga de trabajo su intuición le decía que había algo más… y decidió realizar un diagnóstico para tratar de entender mejor lo que pasaba.
Diagnóstico: El resultado mostró una alerta pues las cinco personas veían al equipo en riesgo
de descarrilar (hacia Aparente y Sectario); descubrir ese riesgo de descarrilamiento es una gran
noticia pues es como un pequeño tumor detectado a tiempo, y permite reconducir la situación
con facilidad. En cambio, no hacer nada puede acabar con “metástasis”.
¿Qué estaba pasando?
La alta presión que estaban viviendo los estaba separando. Cada uno remaba por su cuenta, el día a día se les comía el tiempo y no trabajaban como un equipo; cada uno “cubría su expediente”.
¿Qué hicimos?
Compartir el diagnóstico les abrió los ojos a todos, y el trabajo que realizamos les ayudó a alinearse para ser más fuertes como grupo y gestionar mejor esta presión colectivamente. Se dieron cuenta de que necesitaban hablar mucho más y limar las asperezas que la carga del día a día no les permitía limar; y tomaron una serie de acuerdos para seguir trabajando como equipo más allá de la sesión mantenida. Esther, nos dio su sincero feedback con un “Qué bien que nos hemos dado cuenta a tiempo!”.
Si quieres conocer mejor el informe de diagnóstico Sikkhona y cómo trabajar a partir del mismo, contáctanos a info@institutodecom.es
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